martes, 11 de agosto de 2009

Trastornos de la Alimentación


La Bulimia y la Anorexia son enfermedades psiquiátricas que se caracterizan por presentar alteraciones de la conducta alimentaria, pueden generar graves problemas físicos, mentales y tienen un riesgo vital elevado.
El inicio de ambas por lo general es insidioso y se presenta frecuentemente posterior a la realización de una dieta sin supervisión de especialistas.
ANOREXIA
En este cuadro se observa una disminución gradual de las cantidades de alimentos ingeridos con la eliminación total o parcial de algunos tipos, generalmente los más calóricos. Esta restricción puede acompañarse de otras conductas destinadas a aumentar el gasto de energía (ejercicios excesivos) o a producir una menor absorción de los alimentos o líquidos (uso de laxantes, diuréticos o inducción de vómitos) .


Comienzan a obsesionarse en la cantidad de calorías que contienen los alimentos y están muy pendientes y preocupadas de eso, sobre todo a la hora de comer. Se controlan el peso frecuentemente, no logrando sentirse cómodas con éste, a pesar de bajar de peso. Se produce una alteración de la imagen corporal que las lleva a seguir deseando estar más flacas aunque se encuentren en franca desnutrición.


Por lo general no poseen conciencia de estar enfermas ni de necesitar ayuda y suelen enojarse mucho con quienes se muestran preocupados por cómo les está afectando este tema, llegando muchas veces a ocultar, negar y minimizar estas conductas o simplemente mentir sobre las cantidades de alimentos ingeridos.


La baja de peso lleva a complicaciones médicas en diversos órganos y sistemas del cuerpo que pueden llevar a la muerte (cardiovascular, neurológico, endocrinológico, ginecológico, óseo, digestivo ) afectando además, de manera importante, el funcionamiento general ya que disminuye el ánimo, aumenta la irritabilidad, produce cambios de personalidad, crisis de angustia, disminuye la concentración, la memoria, altera el sueño y puede llegar a producir alteraciones de la percepción de la realidad.


Las personas que desarrollan una anorexia , por lo general, son autoexigentes, perfeccionistas con marcados rasgos obsesivos, problemas de autoestima y dificultades para expresar y reconocer sus emociones. Pueden asociarse a eventos vitales difíciles y dificultades en el funcionamiento familiar.


BULIMIA
En la Bulimia, en el afán de cumplir una dieta para bajar de peso, se produce un descontrol en la ingesta de los alimentos, llegando a presentar episodios donde ingieren, por lo general a escondidas, cantidades excesivas de alimentos en muy poco tiempo con la posterior inducción de vómitos para intentar eliminar los alimentos ingeridos y tener la falsa sensación de tranquilidad al pensar que así no van a subir de peso. (Falsa sensación ya que la inducción de vómitos es una manera inefectiva y tremendamente peligrosa, para bajar de peso). Estas conductas se van volviendo adictivas y por lo general se desencadenan frente a estados emocionales desagradables (rabia, frustración, tristeza). Los vómitos llevan a un aumento del descontrol de la ingesta y ésta a un aumento de los vómitos, provocando un círculo vicioso difícil de frenar sin ayuda especializada.


También puede acompañarse de otras conductas compensatorias como el ejercicio excesivo o el uso de laxantes o diuréticos.
Las personas que desarrollan una Bulimia por lo general presentan dificultades para controlar sus impulsos, inestabilidad del ánimo, problemas de relaciones interpersonales, baja autoestima y suele asociase a la presencia de eventos vitales traumáticos o a problemas en sus relaciones familiares.


Las complicaciones más frecuentemente presentadas son alteraciones metabólicas, cardiovasculares, gastritis, úlceras esofágicas, hemorragias digestivas, problemas dentales y alteraciones emocionales. Se asocia a mayor consumo de alcohol y drogas.
Las personas con un Trastorno de la conducta alimentaria deben recibir ayuda especializada lo más pronto posible, lo ideal es poder intervenir mucho antes que se genere el trastorno propiamente tal, en la etapa en la que se desea bajar de peso, solicitando la supervisión y acompañamiento de especialistas en la elección y realización de una dieta.


Se les recomienda a los padres no minimizar estas conductas, estar atentos a los cambios en los patrones de alimentación que presenten sus hijos, fomentar la realización de comidas en familia y con mayor estructura (horarios, tipos de comidas). Supervisar la alimentación de sus hijos dentro y fuera de la casa, no transmitirles una mayor importancia de la imagen corporal por sobre otras características individuales. Brindarles la posibilidad de recibir ayuda para manejar problemas de autoestima a edades tempranas.


El manejo de estos trastornos debe ser realizado por profesionales especializados en este tema que lo aborden dentro de un equipo multidisciplinario compuesto por Psiquiatras, psicólogos, nutriólogos, endocrinólogos y ginecólogos. Abarcando todas las áreas de desarrollo y en niños y adolescentes se ha demostrado que el trabajo con sus familias es indispensable.
Hay que tener en cuenta que son enfermedades que presentan un riesgo vital elevado y que provocan graves complicaciones físicas y mentales, sobre todo en niños y adolescentes, ya que altera el desarrollo de éstos en todas sus áreas comprometiendo el crecimiento y su funcionamiento global.


Existe un porcentaje alto de estos trastornos que se vuelven crónicos, la forma en que evolucionan depende, en gran parte, del tiempo de duración que lleve el trastorno antes de iniciar tratamiento y de la edad de presentación. Mientras más precozmente se inicie el manejo, mejor es el pronóstico que puede presentar. No se debe esperar a que se cumplan todos los criterios de la enfermedad, ni a que las personas comiencen a tener consecuencias físicas graves para solicitar ayuda, esto sólo empeora el pronóstico.


En Chile los casos han ido en aumento, ha disminuido considerablemente la edad de aparición y se están viendo cada vez más varones afectados.


Se debe cambiar el foco de atención, social e individual, que resalta una estética externa, fría y superficial, a un enfoque de mayor valoración de características más profundas de los seres humanos. Debemos transmitirle a las futuras generaciones la necesidad de que aprendan que si nos esforzamos más por “estar guapas por dentro” podemos potenciar nuestra belleza exterior.



Dra. Katerina Sommer Alarcón
Psiquiatra de niños y adolescentes.
Miembro de la Unidad de Psiquiatría Infantil.
Miembro de la Unidad de Atención integral del Adolescente.
Jefa de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Clínica Alemana de Santiago