martes, 26 de noviembre de 2013

Peleas entre Hermanos


Las peleas entre hermanos son normales y es mal manejo de los padres lo que tiende a perpetuarlas


La correcta intervención de los padres es la principal herramienta para ayudar a que los hermanos resuelvan sus diferencias. La clave está en enseñarles a resolver sus conflictos dándoles tiempo para ello y no actuando de manera apresurada como jueces, es decir, determinando culpables e inocentes.


La relación entre hermanos es la más larga que tenemos en la vida. Más que el matrimonio, más que la amistad. Con nuestros hermanos compartimos la vida entera. Es por eso que es tan importante ayudarlos a llevarse bien.
Según el doctor Elías Arab, siquiatra infanto-juvenil de Clínica Las Condes, es normal que los hermanos peleen entre sí. Sin embargo, si los padres realizan una mala intervención, los conflictos se exacerban: “En general, las peleas de los hermanos tienden a incrementarse en relación con la intervención que hacemos los adultos”.

Los celos, por ejemplo, también son normales y son una expresión emocional que los niños sienten cuando tienen la sensación subjetiva de que el papá o la mamá le dan más atención a otro de los hermanos y eso le genera rabia. Lo sano, según el doctor Arab, es que los papás validen esa molestia: “Cuando los padres escuchan y validan esos celos, esos celos pasan. Casi de manera instantánea. Por lo tanto, cuando los papás no validan eso y le dicen al niño: “¿Cómo te enojas con tu hermano si tu hermano es tan bueno?”

Probablemente eso incrementa los celos, aumenta la rabia”, lo que tiende a aumentar los conflictos entre los hermanos con el consiguiente deterioro del clima familiar.
De esta forma, como explica el doctor Arab, “empiezan los papás a actuar en una dinámica judicial en que ellos determinan que hay un inocente y un culpable. Y el culpable recibe la sanción y el inocente queda exculpado de cualquier responsabilidad. ¿Qué genera eso? Que se produzca una mayor división y que el culpable va a intentar tomar revancha o venganza con el más chico o el inocente. Por lo tanto, en vez de validar la rabia, en lugar de ayudar a que esa rabia pase, se exacerba”.

¿Cómo debemos actuar?

El objetivo de los padres, explica el siquiatra, es ayudar a que los hijos aprendan a resolver sus conflictos. Para eso, lo primero es darles tiempo, porque la gran mayoría de las conflictos son juegos de peleas. “los niños juegan a pelear” Hay que dejar que ellos resuelvan. Hay que darles un tiempo prudente, fijarse que sea una pelea dentro de un marco aceptable, que pare y, cuando la pelea no para o pasa a mayores, los padres deben detener la pelea inmediatamente, pero no actuando como jueces. No es que tú empezaste o tú seguiste. Son los dos responsables de no ser capaces de ponerse de acuerdo. Por lo tanto, lo que el padre debe corregir es la incapacidad de ellos para resolver una disputa. Por ejemplo: si uno quiere jugar el juego A y el otro el juego B, lo que los padres deben hacer es decir: tienen cinco minutos para ponerse de acuerdo. Si no son capaces de ponerse de acuerdo, ninguno de los dos juega. Ya que en la incapacidad de resolver un conflicto ambos son responsables


Claves para los padres:
  • No enganchar en todas las peleas de sus hijos.
  • Darles un tiempo y no hiper corregir: los papás, con la buena intención de no querer que los hijos peleen, corrigen hasta la más mínima situación, por lo tanto no les dan tiempo para que ellos resuelvan.
  • Si es que van a sancionar, sancionar la no resolución del problema, eso es responsabilidad de ambos.